¿Os acordáis de
la magnífica película del año 1962, me imagino que muchos no, “La gran
familia”? Hago un poco de memoria: Familia numerosa en el Madrid de principios de
los sesenta, matrimonio con quince hijos y el abuelo que también vive con
ellos. La acción se sitúa en Navidad, el abuelo con el pequeño de la casa, Chencho,
el cual se le escapa y se pierde. Pues desde ese momento se ve como la familia
que en el día a día cada uno iba a lo suyo, se unen haciendo una piña para
encontrar a su hermano y lo consiguen, la historia tiene un final feliz,
aparece el pequeño.
Pues así veo yo
a nuestra afición, la gran familia que hace piña alrededor del equipo que,
sábado si, sábado no, están dando el todo por el todo para conseguir el ansiado
triunfo que nos de alas en la clasificación de nuestro campeonato.
Y no es que lo
diga yo, no, nuestra grada está formada por diversos clanes familiares, yo por
ejemplo voy con mi hija, vale eso es lógico hasta cierto punto pero ya puestos
a rizar el rizo en nuestra grada se dan ejemplos de grupos familiares que viven
cada partido como una jornada de convivencia familiar siendo el más claro
ejemplo los hermanos Sevillano con sus respectivas familias, ayer por su zona
de la grada o campamento se vio pasando de mano en mano un plato con un gran
bizcocho.
Pero lo que más
me llama la atención es que de muchas familias se llegan a juntar hasta tres
generaciones, si como lo leen, tres generaciones. Creo, a mi entender, que no
habrá otra grada, otra afición, donde se den tantas tres generaciones por metro
cuadrado, me explico y para ello pondré un par de ejemplos. Los padres de Pepe
Reina con sus hijos y sus nietos, otro seria la madre de Raúl, el mismo y su
hijo. Pero es más investigando un poco veo que las tres generaciones se
extienden más allá de la grada y afecta también a algunos jugadores de nuestro
equipo como son los hermanos Javi y Alo Marín, pues sí, es muy habitual ver en
la grada a sus padres que ya son abuelos pues la hermana acude con
su pequeña, sobrina de los dos gladiadores, (de arte su babero).
Sé que hay
muchos otros más pero no me quiero enrollar y lo que quiero que se vea es que
nuestra grada es una gran familia, que les une una sola cosa: las ganas que
tenemos de disfrutar del buen baloncesto que nos ofrece nuestro equipo.
Manuel María González Romero
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