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sábado, 13 de febrero de 2016

Aceitunas Fragata Morón y Covirán Granada: cara y cruz en la suerte



De la forma más cruel posible en un partido que estuvo ligeramente decantado hacia los locales, Aceitunas Fragata Morón cayó en el primero de los dos derbis andaluces de la segunda vuelta ante Covirán Granada: un triple en el último suspiro de Jesús Fernández acabó con las esperanzas de Aceitunas Fragata Morón de dejar la victoria en el Pabellón Alameda. Fue un partido igualadísimo desde el minuto 1, lo esperado en un derbi de estas características. No obstante, las claves estuvieron, una vez más, en el tiro exterior (de forma ínfima esta vez) y en la diferencia de tiros libres. Pero lo que no se puede negar es que el equipo dio hasta la última gota de sangre, en un partido que, de no haber sido por ese triple, podríamos haber resumido, y perdonen el lenguaje en CASTA, CORAJE Y COJONES.

Rafa Rufián desde el triple

Pero esto no ha sido como en las películas, al menos para nuestro bando, y un partido que hemos estado dominando casi desde el primer instante. Y es que la primera parte fue muy igualada, pero más del lado local. El primer cuarto fue de tanteo puro y duro, con nuestros anotadores habituales en sus números (6 puntos Marín junior, 4 Mike Phillips y el resto repartidos entre Chemari, Alo y Vargas). Por parte de los visitantes, Jesús Fernández (héroe visitante) y Bernardo Castillo contestaban al ataque de los locales. Pero la falta de acierto en ciertos momentos del partido dejaba a Granada muy vivo para lo que se había visto en el campo. Aun así, las sensaciones favorecían a Morón, apoyado por una grada como la de las grandes ocasiones (también hay que destacar a los casi 70 visitantes, que dieron todo hasta el último segundo también).

El segundo cuarto siguió la tónica del primero, incluso más igualado (14-12 en ese parcial). Fue cuando Jesús Fernández más se entonó, y encestó el primero de los tres triples que nos condenaron. Aun así, el equipo dio la cara en todo momento, liderados por un Alo Marín espectacular one more time, que metió una señora canasta con la bocina sonando (él dirá que ha sido queriendo), desde su casa. 30-23 y las esperanzas con la victoria muy al alza, en un triunfo que habría sido importante, que no definitivo. Queda mucha liga y el objetivo sigue siendo más que posible.

Tras el paso por vestuarios, Covirán Granada despertó y se llevó el tercer cuarto, por muy poco. Ese parcial fue de 18-24, pero ambos equipos dieron una lección en cada faceta: Granada en el plano ofensivo (2 triples, 4 tiros de campo y, especialmente, 10 tiros libres frente a los 2 que metió nuestro equipo), y Morón en el defensivo, con un Guille Sánchez espectacular (insisto, no lo busquen en la estadística, donde sumó un ínfimo 2 de valoración: vean el partido: cuando peor estaba el equipo, él sostuvo la defensa y aportó con algunos puntos). Aun así, a ambos equipos se le notaba la responsabilidad y la enjundia del encuentro, y hubo muchísimos fallos por parte de las dos escuadras. Ya lo advertimos: en un derbi como-- este, dan igual las plantillas y las rachas. Más igualados no se podía llegar al último periodo: 48-47.

Phillips bajo el aro

Hay que destacar, antes de acercarnos al final, el maravilloso ambiente vivido en la grada: tanto nuestra grada como la visitante dieron un espectáculo de rivalidad sana, cada una animando a su equipo, y sirviendo como homenaje perfecto a Pepe González, que habrá disfrutado del partidazo que le han regalado ambos conjuntos.

Lamentablemente, no nos pudo echar una mano desde allá donde esté, y Granada venció en el último suspiro con un triplazo de Jesús Fernández (que metió 3 de 6 intentos). Este cuarto tiene unos matices: el equipo pecó de inocente en esos últimos segundos al tirar a lo loco con toda una posesión por jugarse y, sobre todo, por no hacer falta con tan pocos segundos en el marcador. Es una jugada que hemos visto mil veces en las películas y partidos de leyenda: muriéndose el partido, el pívot mete esa canasta que deja a todo el mundo compuesto y sin victoria. Pero antes de eso, Y SIN QUE SIRVA DE EXCUSA, hay una técnica más que discutible a Rafa Rufián tras canasta local que, a diferencia de la otra técnica pitada, entró. Un punto de diferencia que fue clave, como claves fueron esos tiros libres o los triples rivales.

Pero lo que no se puede negar es que ambos dignificaron el baloncesto y que nuestro equipo PUEDE CON TODO LO QUE SE PONGA POR DELANTE, da igual la diferencia de presupuesto o calidad, siempre que se lo crean. Ahora ya no podremos disfrutar más de los nuestros hasta marzo, pero seguirán haciendo que TODO EL PUEBLO DE MORÓN SE SIENTA ORGULLOSO DE QUE ELLOS LLEVEN SU NOMBRE POR TODA LA GEOGRAFÍA ESPAÑOLA.


JUAN LUIS MÁRMOL.

Fotos: Adrian Castillo

Estadísticas del partido:



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